en la palma de mis manos.
Podría recorrerlo desde tus pies
hasta tus poemas,
deslizarme por cada espacio de tu piel
hasta que mis dedos olviden sus huellas.
Podría con la palma de la mano
moldear esta noche la arcilla de tu cuerpo.
Cometería mil errores con excusas
para deshacerlo y volver a intentarlo.
No alcanzaría las lunas que le restan a mis noches
para agotar mis caricias sobre tu cuerpo,
para saciar con tus besos la infinidad de mi boca.
En tu cuerpo de arcilla
serán supremas mis manos
alcanzarán la maravilla del arte.
Serás tu la obra más bella,
será tu cuerpo la expresión
del vivo deseo del poeta enamorado.
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